EPISTEMOLOGÍA Y UTOPÍAS
Si a través de la historia de la ciencia moderna hasta el presente, haciéndo uso adecuado, reglado y sensato del método científico no se ha podido comprobar la existencia de un ser supremo o deidad creadora; y si como base de análisis fuese lo de menos profundizar sobre la identidad personal de tal deidad, en cambio mejor se buscase dar un enfoque más profundo en
tratar de tocar, descubrir y comprender la naturaleza física de "ELLO", así como en comprender las leyes esenciales trascendentes de todo cuanto rige sobre nuestra limitada naturaleza, es decir en otras palabras el indagar en la probable existencia de un mundo sobrenatural, un eter que contenga todo y sobre el cual se teja nuestro mundo material; y llevándose a cabo tales investigaciones no se encontráse
éxito en encontrar respuesta a tal empresa, cabe preguntarse, ¿será que nuestros instrumentos no
corresponden al orden natural del objetivo en cuestión? ¿Será que nuestros instrumentos, sistema de medición y conceptos no estan adecuadamente calibrados?; o más bien, ¿puede, haciéndose uso de materia simple, convencional y concreta, descubrirse la existencia de una supermateria etérea? ¿Encontrar aquello denominado, la
piel de Dios?
Recuerdo super bien como si fuera ayer, en el año 2000, cuando yo recién empezaba a cursar Física en el colegio. Sucedió que una de las primeras
lecturas sugeridas y obligadas para iniciar el curso era el capítulo 1 de un
pesado libro. Bueno, digo pesado porque en verdad era un libro enorme, no sólo
en contenido sino en peso real, más de 600 páginas, que quebraba mi espalda y
mi mochila, que haciendo conjunto con el libro de Química y Cálculo, además de los cuadernos y
otro libros, ¡satisfacían de alguna forma el sadismo de nuestros formadores en
deformarnos la columna y no colocar lockers en nuestros salones!, pero en fin,
ya me desahogué. Como les repetía, recuerdo super bien como si fuera ayer, en
el año 2 0 0 … pesado libro. Bueno, capítulo 1, el método científico. ¿Qué es
el método científico? Y textualmente lo copio del filósofo Elí de Gortari dando
su definición: "El método científico es el procedimiento planteado que se
sigue en la investigación para descubrir las formas de existencia de los procesos
objetivos, para desentrañar sus conexiones internas y externas, para
generalizar y profundizar los conocimientos así adquiridos, para llegar a demostrarlos
con rigor racional y para comprobarlos en el experimento y con las
técnicas de su aplicación". Dicho de otra forma, es un proceso destinado a
explicar la realidad, estableciendo relaciones entre los hechos que la
constituyen, enunciando leyes que la expliquen y así obtener conocimiento
científico. Son éstos logros científicos acumulativos a lo largo de la historia
los que han llevado a la Humanidad al momento cultural actual. Dicho de otra
forma, ¡sin ciencia no hay cultura!
Luego
con el paso del tiempo comprendí en mayor medida lo que en un momento de mi
vida había sido meramente una obligación académica. Entendí que el método
científico nos brinda el conocimiento concreto y virtual de la realidad. Que la
obtención del conocimiento de ésta realidad en la cuál vivimos para que sea
válido debe ser regulado por la filosofía de la ciencia, ésta la
epistemología, y que éste proceso, según ella, debe ser metodológico, crítico,
lógico, analítico, dialéctico, comprobable y sujeto de síntesis. Entendí
entonces la importancia de los proceso objetivos, decir de aquello sujeto a medición, aquello que es concreto, comprobable. Comprendí luego también que
éste conocimiento científico no es aplicable solamente a la Física o a la
Química o las ciencias exactas, sino que va más allá. La injerencia del método científico es no solo exacta o lineal, sino también profunda y cualitativa, abarcando todo cuanto existe,
puesto que todo es sujeto de medición, de una comprensión tanto lineal y virtual de la
realidad y que hasta ésta última realidad no escapa de ser concreta. Es decir,
comprendí que el método científico es una regla de oro,
el camino a la obtención del conocimiento concreto de todo cuánto existe, abarcando realidades tanto cuantitativas como cualitativas, lo concreto y en medida más imaginativa, lo abstracto.
Luego de comprender aquello y lo otro, indagué un poco
sobre lo último; ¿no es acaso un modelo de la realidad demasiado
lineal límitante del progreso de la ciencia, ésto debido a una sobre
relevancia de lo concreto? Es decir, ¿es sólamente lo mesurable, lo que es
medible, bajo el proceso del pensamiento lineal aquello digno de crédito
científico? La respuesta la tiene Max Planck, padre de la física cuántica, cuando al desarrollar su modelo de onda cuántica, la cual no es una onda real per
se, definió un modelo virtual de comprensión de las estructuras
atómicas: "Los hechos no son el resultado inmediato de la medición
sensorial, sino el resultado de un proceso intelectual". Planck llamó
a este proceso intelectual fuera de la percepción sensorial, la imagen del
mundo físico, proceso virtual meramente imaginativo por medio del cual pudo
desarrollar su teoría de onda cuántica y de ésta, obtener resultados concretos.
Este es un tipo de modelo intelectual o idealización creada para evadir la
inexactitud inherente en las mediciones y encontrar el principio que causa lo
que nos muestra el mundo sensorial. Para los científicos detractores de
Planck que jamás descubrieron nada, la realidad es lo que los sentidos y los
instrumentos indican y la construyen a partir de una sucesión de hechos
aislados.
Por demás curioso es notar que simultaneo al desafío que Planck arrojó a sus contemporaneos innovando la
ciencia física acostumbrada entonces a procesos lineales, con un modelo
intelectual virtual, de igual forma el psicologo Wolfgan Kohler describe y explica éste proceso intelectual de la "imagen del mundo físico" por medio de lo
que sea llamado la Psicología de la Totalidad. Esta teoría explica no el funciona del electron, que es lo que Planck quería explicar, sino describe el proceso intelectual por medio del cual se sirvió el científico para llegar a sustentar sus teorías. De tal
teoría, Kohler define lo siguiente: "Recién en las últimas décadas, el
pensamiento comienza a orientarse sobre la base de la complejidad y el universo
comienza a orientarse no como partículas aisladas, sino como un todo o una red,
donde todos los componentes están en mayor o menor medida interconectados,
permitiendo considerar la multidimensionalidad. Pasamos de los modelos lineales
clásicos, por ejemplo: 'una causa provoca un efecto', hacia el pensamiento
complejo … el todo es diferente de la suma de las partes. Y es que en
definitiva, Max Planck al desarrollar su teoría cuántica no describe en
absoluto procesos lineales sino desenreda, por medio de procesos meramente
intelectuales, una complejidad invisible al ojo humano, basada en partículas
aisladas, inalcanzable a los instrumentos, constituyente de una realidad
existente pero de conceptualización meramente virtual, de la cual se pueden
obtener hoy día resultados palpables y concretos; uno de ellos, por ejemplo, la
energía atómica.
Me
remito ahora a una pregunta hecha con anterioridad al principio de esta
entrada: ¿será que nuestros instrumentos no corresponden al orden natural del
objetivo que es 'la medición de Dios'?
Max Planck con el desarrollo de su modelo de onda cuántica abrió las
puertas a la física moderna y sentó las bases para que Albert Einstein
desarrollara su teoría de la relatividad. Planck haciendo uso de un modelo
psicológico que busca comprender los procesos mediante los cuales obtenemos el
conocimiento, desarrolló una de las teorías que más han revolucionado en la
ciencia y en la historia, y todo ésto porque se atrevió a pensar de
forma diferente, desafiando la corriente de una época haciendo uso de un
principio inherente a todo ser humano, el principio de la creatividad. Ahora, si en una sociedad utópica, que no es la nuestra obviamente en el presente,
se diése más importancia al desarrollo de las facultades creativas de la mente humana,
entonces tal vez como un colectivo seríamos por fin libres de la hedonista y monotona mediocridad social en la cuál estamos acomodados y en la cual nos tienen dormidos. Así entonces, como colectivo seríamos mayormente científicos y nos atreveríamos a pensar no
linealmente, sino virtualmente. Si esto fuese así, dejándonos guiar por el
método científico, tal vez y algún día podamos trascender de la medida de lo
que es lo perceptible y lo palpable y llevar por medio de un modelo virtual,
mediciones lineales a una realidad, llamemosle así, espiritual. En el presente, en
cierta medida esto último se abre una oportunidad y es por medio de uno de los experimentos más importantes de la historia contemporanea, que es el proyecto realizado por medio de el Gran
colisionador de Hadrones en la frontera franco - suiza. Tal experimento
constituye un paso más hacia el avance de la comprensión de la realidad.
Puede que hoy nuestros instrumentos sean un tanto más refinados, y quiza no esté lejos el día en el que se pueda descubrir el otrorá erroneamente obsoleto eter, la realidad espiritual, la consistencia de la sobrenaturalidad. Estas utopías pueden ir de la mano conjunto a un proyecto de una humanidad triunfante sobre sus propias miserias pero es lamentablemente cómo en nuestro comportamiento colectivo seguimos pensando en función meramente animal, entronizando la materia, ahogando el espíritu, y no en función magnánima, de una divinidad que es eterna.
Puede que hoy nuestros instrumentos sean un tanto más refinados, y quiza no esté lejos el día en el que se pueda descubrir el otrorá erroneamente obsoleto eter, la realidad espiritual, la consistencia de la sobrenaturalidad. Estas utopías pueden ir de la mano conjunto a un proyecto de una humanidad triunfante sobre sus propias miserias pero es lamentablemente cómo en nuestro comportamiento colectivo seguimos pensando en función meramente animal, entronizando la materia, ahogando el espíritu, y no en función magnánima, de una divinidad que es eterna.