Self ...

Self ...

lunes, 31 de diciembre de 2012

¡Sobreviví al 2012!


Eso precisamente quisiera haber contado a mis nietos pero ya no sera posible luego de la tremenda decepción que Hollywood nos dió a todos luego que ni Cloverfield u Godzilla atacaron Manhattan, California no desapareció en un terremoto y ni Bolon Yokte o Quetzalcoatl vinieron a darnos un discurso de como arreglar el mundo. En fin … el 2012 y su especulación se fue, se acabo, y junto con él espero que un buen número de charlatanes. Esperemos con esto que el único error de los mayas no haya sido equivocarse de año y resulte que era 2013, para lo cual, entonces igual sería muy emocionante para mí ¬_¬ … Sea como sea y hablando de cosas ya más reales, 2012 fue un año difícil para mí y lo termino en medio de mucha confusión pero al mismo tiempo con mucha esperanza. Bien se dice, todo lo que en la vida sucede, ya sea bueno o malo, es para bien. Pues solo me toca ser paciente y re-aprender todo aquello olvidado ya hace algunos años, cuando tenía más lucidez. ¿Voy para atrás? No, simplemente a medida que uno crece los problemas se sienten más pesados porque las responsabilidades son mayores, eso.

Señores, el 2012 ha sido un gran año, agridulce, pero un gran año. Mis mejores deseos para con todos y que el año que venga sea aún mucho más grande. ¡FELIZ 2013 hasta todo el mundo, desde estos calurosos parajes de El Salvador, Centroamérica, mi casa!

Les dejo un clásico escoces del Año Nuevo. ¡No! No es un whiskey … Aud Lang Syne.

FELIZ AÑO






lunes, 24 de diciembre de 2012

ES NAVIDAD

Hoy, en pocas palabras, esta noche, lo he comprendido. He entendido lo que hoy es, he entendido que a pesar de todo, aunque pocos lo entiendan, el mundo se detiene solo hoy … sí solo hoy; porque hoy la respuesta se ha brindado al mundo. Como cristiano lo entiendo, pero hoy lo puedo sentir, es Navidad. En la oscuridad de mis problemas, en la confusión de mi mente, en la debilidad de mi pecado y en la gravedad de mis faltas, ahora solo puedo recibir una respuesta y es esta la respuesta. Me ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor. En medio de esta oscuridad, puedo ver un destello de su luz y puedo decir existe, no estoy solo, no todo esta perdido … hay esperanza, EXISTE LA ESPERANZA!


viernes, 14 de diciembre de 2012

¡Un pensamiento nomás!

En una tarde a falta de cuaderno viejo donde anotar, desmenuzando los recodos complejos de la vida y cerca ya de encontrar la quinta pata al gato, escribí lo siguiente:

No hay necesidad de trabajar en pos de la guerra cuando su esencia ya ha sido sutilmente programada en el inconsciente de una sociedad; cuando es la anarquía la opción que surge como más viable; cuando el miedo y la sangre son ya parte del día a día; cuando la sociedad esta adecuada o más bien acostumbrada a vivir en tales circunstancias. Visto de esta forma, hay muchos países, sociedades, pueblos, ciudades, comunidades y familias que ya viven en algún tipo de guerra; todos ellos inconscientemente esperando solo el momento en que ésta, la Gran Guerra, sea desatada tal cual. La crudeza de la pre-guerra sólo hace que la guerra per se sea más digerible y aceptable, disminuyendo el temor a lo que viene después. La pregunta es, ¿vamos en escalada?

miércoles, 7 de noviembre de 2012

De abstracciones musicales y demás sentimientos


       Pregunté en Twitter recientemente … ¿qué hacer cuando la nostalgia se mezcla con la frustración, al mismo tiempo que tienes la certeza que tus problemas no están próximos a terminar? No tuve respuesta, pero en el fondo sabía que el sentimiento que en ese momento me embargaba necesitaba un escape, una salida alterna, algo exprés que rememorara las alegrías que en ese momento estaban perdidas. ¿Y qué? Estaba deprimido. ¿Acaso no es eso normal en algún momento de la vida, máxime cuando parece que tienes el agua hasta el cuello y te da por recordar momentos en que todo marchaba bien? Pues tarde era entonces quejarse o lamentarse de lo que no había sido resuelto con anterioridad, situaciones que fácilmente hubiesen podido solventar el momento difícil que ahora pasaba, pero para ello tendría ya que haberse inventado la maquina del tiempo y así poder volver a un pasado no tan lejano y hacer las cosas diferentes. Esto se llama frustración. Tenía entonces en una sola noche de primavera la mezcla de nostalgia y frustración. Nostalgia por un pasado optimista y soñador y frustración al ver la decepción de mis metas no alcanzadas. Se vino entonces a mi mente la certeza que el único que podía cambiar mi situación, sea cual fuere, era yo mismo, y que el momento perfecto no era mañana, sino hoy. "El futuro comienza en el presente" dicen algunos, y es cierto. Había que empezar a hacer todo distinto quizá, y esperar así resultados distintos. En otros tiempos hubiese espantado los sentimientos que me acongojaban con alguna oración, pero estaba hoy tan confundido que no pude encontrar una paz interna que me permitiese entrar con confianza a las esferas del espíritu. "No eres un cuerpo, eres un alma que tiene un cuerpo" dice C.S. Lewis. Es probable pensé y quizá hasta sea fundamental, pero lo que es hoy, soy eminentemente cuerpo, porque mi alma estaba dormida. _ ¿Cómo resolver?, pensé. _ ¿Cómo desahogar el sentimiento?, me pregunté. Mi alma-cuerpo estaba ya tan cansada que no me quedaba suficiente ectoplasma como para generar más lagrimas, llorar había pasado ya de moda. Cual adolescente perdido o desorientado, con el alma deprimida y hecha pedazos, opté entonces por desahogarme hacia la practica de lo sublime, un acto tan concreto como abstracto, una fantasía que había cautivado el alma desde los santos hasta los más crueles malhechores. Una práctica o más bien "substancia" tan volátil que más fuerte que la gravedad es palpable en las más altas estructuras y complejidades de lo que se conoce como sociedad, pues es en ella y ha sido inherente a la historia desde siempre; formadora de la identidad de lo más profundo del ser, aun cuando no nos demos cuenta de ello. Para hacer uso entonces de esta "substancia" había que usar el cuerpo, y excitar así un poco por medio de éste el alma, que tan sedienta estaba de algún placebo que simulara la paz perdida. _ "He acá el aliciente perfecto", dije para mí; y tomando mi computador y confiando en el buen gusto de mis costumbres, la selección aleatoria dio origen a un concierto tan ecléctico como único, un placebo que inmediatamente desde el temblor de mis mecano receptores sensoriales, excitó al VIII par craneal y según los académicos, por medio de supuestas estratagemas cuánticas en el interior de mi cerebro también al alma que hasta sobrepasa la realidad de mis  moléculas y conforma la entidad que a fin de cuentas conforma quien soy yo.
Música, el aliciente perfecto y la abstracción adecuada inmediata para el dolor, el aburrimiento, la tristeza e incluso para supra valorar momentos de felicidad, si se quiere. En alguna otra ocasión me dedicare a resolver mi problema con mayor seriedad, ahora solo quiero dejar envolverme en aquellos lazos de aquella locura que algunos llaman melomanía, y que es según algunos, un tipo de neurosis la cual yo amo con todo el corazón.

Y de fondo con mi sub woofer, tiembla mi ventana.

viernes, 26 de octubre de 2012

La Supremacia de la muerte

       Recientemente un día de estos, salí a trotar y, como ya es costumbre, me puse un poco existencialista. Debe ser seguramente porque las endorfinas a parte de darme la leve sensación de super fuerza y hasta euforia, no lo se, me elevan hasta algún nivel superior, no lo se; pero es que si nos vamos a las cabales y soy sincero, soy demasiado existencialista, me gusta lo abstracto y tengo ciertos dotes filosóficos más que técnicos, en fin; ¡había un pájaro muerto al medio del camino! Lo vi y mi mente voló a mil por hora. Ver toda la gente caminando por esa calle sin tan siquiera darle la menor importancia, todos ensimismado en sus cosas, mi mente voló y no lo pude evitar; y me pregunte, ¿qué genera la empatía y la compasión?, ¿es el gregarismo implícitamente "homus-especious"? ("homus-especious" me lo acabo de inventar yo, por favor no lo busque en el diccionario … u_u, espero se entienda); en otras palabras, si no fuera por las ínfimas diferencias moleculares y genéticas que nos separan como especie entre pájaros y humanos, estarían todos gritando y escandalizados por ver muerto a "uno de los suyos". No me critiquen, es perfectamente normal, lo se. No puedo decir que me sentí mal por el pájaro, porque no fue así, porque no era mi especie, porque no era un hombre, porque solamente era un animal. El instinto gregario en mi no fue capaz de generar una empatía que me llevara a una compasión o lástima a sentir por esa sub-especie, puesto que mi cerebro le interpretaba más que como a un ser vivo, como a un objeto con plumas y alas. Esto además porque no había tenido la oportunidad de crear lazos de amistad con el animal, situación que es posible cuando interactuamos con otros animales y hasta somos capaces de identificarlos como a uno de los nuestros, por mero cariño nomás. Tal es el caso de las mascotas, por ejemplo _ Interesantes son los laberintos del cerebro - pensé. Seguí mi camino y me fui trotando.

         Lo anterior para una mayoría hubiese pasado desapercibido, pero no para mi. La muerte es parte de la vida de todos, pero no todos nos detenemos a pensar en ello y menos de una forma tan fortuita como el hecho de salir a trotar y reflexionar tanto al encontrarse cara a cara con un pájaro muerto al medio del camino. Pero, ¿tanto escandalo por un pájaro muerto? Pues sí, la muerte me saludo desde ahí y me hizo reflexionar en que es ella una ley inmutable, que el peso de su fuerza cae indiscriminadamente sobre todo aquella entidad biológicamente activa, que nada, nada, absolutamente nada, puede hacer para evitarse; aun ni siquiera nosotros, los arrogantes humanos podemos hacer algo. Reflexioné entonces en que ella es tan fuerte, tan presente, tan real; que aunque nos cueste aceptarlo, es uno de los pilares mismos en los que descansa todo nuestro contexto socio-cultural y que es hasta necesaria para disfrutar la vida misma. O acaso, ¿no me creen? Pues nada más hay que parar en simples hechos como la planificación de la vida. Cuando un bebé nace, los padres procurarán trabajar siempre para darle a su hijo lo mejor que es una buena educación, hogar, una buena vida, una guía adecuada y dejarlo, por decirlo así, asegurado para cuando llegue ese momento inevitable de sus propias muertes. Vemos con éste ejemplo como a final de cuentas, si bien la muerte no es el centro y eje mismo de la vida, está casi al centro de ella porque la define y transforma en su totalidad. Así que, de nuevo siendo sinceros, ¿qué sentido tendría la vida sin la muerte? ¿Disfrutaríamos la vida igual sin la certeza que ésta acabara algún día? No. La muerte es necesaria para que la vida misma sea vida y así se disfrute. Involuntariamente la aceptamos, aunque la recibimos con miedo y dolor cuando nos hace una visita cercana, aun cuando duele, así la aceptamos. La sociedad misma lo conoce, nada es eterno, nadie es eterno, no en este plano al menos; que solo la historia queda y que también es probable que hasta la historia muera algún día, que los esquemas, la cultura, la religión y hasta las leyes, y en todo, la muerte es implícita. Cuando entonces logramos ver su verdadero rostro, ver su naturaleza transformadora, real y palpable; es de orates rechazarla puesto que sin ella no seríamos quienes somos y nuestra vida no tendría sentido. Esta comprensión de la muerte es liberadora y pasa ella a ser de horrenda a sublime; de ser muerte, se transforma a ser vida.

¡Y todo esto por un pájaro muerto …!