No hay necesidad de trabajar en pos de la
guerra cuando su esencia ya ha sido sutilmente programada en el inconsciente de
una sociedad; cuando es la anarquía la opción que surge como más viable; cuando
el miedo y la sangre son ya parte del día a día; cuando la sociedad esta adecuada
o más bien acostumbrada a vivir en tales circunstancias. Visto de esta forma,
hay muchos países, sociedades, pueblos, ciudades, comunidades y familias que ya
viven en algún tipo de guerra; todos ellos inconscientemente esperando solo el
momento en que ésta, la Gran Guerra, sea desatada tal cual. La crudeza de la
pre-guerra sólo hace que la guerra per se
sea más digerible y aceptable, disminuyendo el temor a lo que viene después. La
pregunta es, ¿vamos en escalada?
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