O lo que es lo mismo, ¿por qué hay en la vida momentos de silencio?
¿Por qué según las etapas, existe acaso momentos necesarios para abrir y desnudar el alma, seguidos de la urgente necesidad luego de ocultarla bajo toneladas y toneladas de lastre?
Era entonces un libro abierto, ¡aquellos años! Encontrando catársis en mi pensamiento dibujado en la letra mecanografiada en mi blog. La luz de la novedad y la fuerza de mi sentir impulsaban a escribir, simplemente por escribir. Así desnudaba pensamiento, sentimiento, corazón.
Un día contando mi historia, descubri en un rincón de una página, una sombra. Jactabame yo de haberla superado. Porque veran, en la vida se superan varias sombras. Pero luego encontré una sombra inusitada, que no habia logrado preveer. Habia descubierto que de entre todas mis sombras, esta era la más fea. Cometí el error de azuzarla, jugar con ella, pecar de soberbia y creer manejarla. No fue hasta que dañe a otros, que me di cuenta todo el daño que yo también soy capaz de provocar.
¡Horror! La sombra comia mis paginas. Se extendia en mi historia. Oscurecia en retrospectiva los capitulos ya escritos. Entonces, dije para mi ... ¡que mal libro! Ya no quise leerlo. No quise darle forma. Feo lo que refleja el espejo. ¡Que flojera darle forma!
Deje entonces llevarme por la frivolidad ... y gane así mucha frialdad. Disfruté más el día a día y me volví experto en diversión. Aumentó en mi la mezquindad, y mi humor se volvio amargo, ácido, irónico. ¡Sardónico! En mi defensa puedo decir, no dejé de reir. Pero ya no era una risa sincera. En mi defensa puedo decir también que no perdí del todo la cordura, pues logré resarcir cierto daño y ayudar a otros. ¡Pero perdí la motivación de darle luz a mis días!
Historias han ido y venido desde entonces y los años han pasado. Pero sigue habiendo oscuridad en mi pensamiento. Cuesta aclarar la mente y ordenar las ideas. En definitiva creo que es cansancio o quizá ... ¡perdí el don según parece!
También pasó un día, que escribí mucho sobre mí ... y sorprendido al releer mis notas, exclamé; "esta es la parte incomoda de la historia que nadie debe leer". _ "Hay que ocultar la vergüenza y no exponerla". Genial, solucionado el impase. Sin embargo, el problema no quedó en ese ápice de incomodidad. ¡Dichoso fuera yo! El problema real fue que la incomodidad dejo de ser tan solo un ápice! El problema es que el ápice terminó siendo ahora el contexto general de la historia. ¡Vaya 'plot twist' !
Pero aún estoy vivo.
Sé para mí, que pronto voy a encontrar la luz de nuevo. Pronto iluminará ella este libro sobre sus sombras, y volvera entonces a escribirse. Quizá ahora la lectura no sea para todos, pero será para quien tenga que ser ¡La liberación viene por exponer la oscuridad a la luz! Que Dios me de fuerzas para hacerlo, porque yo no quiero.
