FELIZ 2014

Como si nada, el tiempo pasa. Así pasan los años, la vida, las experiencias. Quedan los recuerdos. Al final de nuestros días solo quedaran nuestros recuerdos y nuestro legado. Hoy somos todos un año más viejos. El camino hacia adelante es largo, ya sea para unos más que para otros, pero en cién años nadie de nosotros estará. Sólo quedará nuestro legado y nuestro recuerdo. Yo quiero trabajar por tener un lindo recuerdo cuando las canas me invadan el cabello y dejar un legado, personificado, en buenos ejemplos. ¡Quiera Dios que así sea!

Feliz 2014 gente.

Navidad y viejas tradiciones

      Algo tiene en mi la Navidad que me hace reflexionar y pensar en una inmensa alegría que renace al mundo, a pesar de todas nuestra miserable realidad y en medio de tanta corrupción. Es que ha nacido un niño, que para mí es la Esperanza y estoy convencido que lo es también para la humanidad entera. Como una corriente y ola de renovada esperanza que se mueve por el globo, he podido imaginar como se extiende la noticia y la alegría de la Navidad por el mundo entero, y es que ésta noche es Nochebuena y mañana es Navidad. ¡Eso me alegra demasiado! Espero que esta alegría permanezca y me mueva a ser mejor y enmendar viejos errores. 

¡Feliz Navidad a todos y cada uno de ustedes y que Dios les bendiga!

De la foto que a continuación les subo, tiene una historia. En mi natal Santa Ana, de donde les escribo ahora, (sí, vine a El Salvador a pasar las fiestas); desde que tengo memoria tradicionalmente existe una familia en pleno centro de la ciudad que tiene la honorable tradición de colocar un nacimiento a estilo antiguo, con todos los personajes, en tarima, figuras casi tamaño real y con el generoso detalle de mostrarlo al público. Eso me recuerda a todas las historias navideñas que mi abuela cuenta de la primera mitad del siglo XX en El Salvador, respecto de las costumbres navideñas de los pueblos. Sucede que cuando mi abuela vivía su juventud en el barrio Santa Barbara de Santa Ana, para estas fechas desde principios de Diciembre podían oírse y verse en los interiores de las casas martillazos, gente acarreando materiales, montando tarimas y demás artículos para montar un hermoso nacimiento, el cuál era mucho más importante entonces que montar un voluptuoso árbol navideño. Entonces la tradición era que los vecinos visitaban de casa en casa admirando los nacimientos de los vecinos, y todo convertíase en una verdadera fiesta, en la cual todos interactuaban entre sí y los anfitriones de cada casa a cada visita te recibían con comida, café o demás hubiera para compartir. ¡Que bónito el sentimiento de esos días y cuánto me hubiera gustado vivir en esos días! Así hoy una familia guarda esta tradición, compartiendola con otros y contagiando alegría; eso es honorable y valioso. Hace tres años, esta misma familia fue extorsionada y amenazada por el flagelo de las maras, razón por la cual en los últimos tres años tal nacimiento no era exhibido al públido en tan hermosas fecha. Eso para mí fue motivo de mucha tristeza, pues no podía entender cómo el asco de una realidad incomoda como lo es la delincuencia y el crimen organizado podía estar robándonos no sólo físicamente, sino hasta quitándonos la alegría y la esperanza. ¡Y es que ese nacimiento, por humilde que sea, es signo de esperanza! También signo de conservación de nuestra identidad y tradiciones. En fin, deje la situación pasar, no pudiendo hacer mucho. Ahora, este año, me llena de inmensa alegría poder verle de nuevo ahí, y ver cómo gente detiene sus autos con sus niños para acercarse a tomar una foto y ver con alegría el nacimiento, muy nuestro, un nacimiento muy al estilo salvadoreño, que sea como sea, nos llena de esperanza nuestros ánimos. 

¡Bendito sea Dios, por guardar y proteger a la gente de buena voluntad!

¡Feliz Navidad a todos! …