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sábado, 1 de febrero de 2014

Ante el inminente voto …













     Es muy difícil armar el rompecabezas político en El Salvador, sobre todo porque nos caracteriza aquello de la 'amnesía histórica'. Hoy es 1 de Febrero de 2014 y mañana es la 'fiesta electoral' en la cuál se elige el destino del país por los próximos 5 años. Los comicios se celebrarán en un ambiente de 'paz social' que tanto ha costado conseguir, aún cuando esta paz sea relativa. Los comicios llevarán el nombre de elecciones democráticas, y todos esperamos que esto sea así. Esto supone el hecho de cero intervencionismo, amaño, compra de voluntades, intimidaciones y sobornos a fin de conseguir un voto; es decir, supone ausencia de fraude y comicios transparentes a fin que la voluntad de el pueblo se manifieste sin censuras. Todo esto, como dije, esperamos sea así, deseamos que sea así y se ha luchado tanto porque sea así. Sin embargo, tal vez no sea del todo transparente; pero, ¡vaya usted a saber! Dejando de lado lo último, el llamado es a ir a votar y no a anular el voto, ya que, según cuenta la experiencia en nuestro medio, de poco servirá el anularlo. ¿Por qué? Pues, porque a menos que esta anulación del voto sea masiva, pero cuando digo masiva me refiero a ... MASIVA; tal anulación podrá ser representativa y llamar la atención de reguladores internacionales, quienes si a su vez son 'transparentes', auditen como se debe al TSE o a quién corresponda. Pero hay que además  considerar si acaso nuestros gobernantes acatarían las regulaciones o sanciones. Esto último, dudo que lo hicieran o sería difícil que lo acataran. En otras palabras, estimados, estamos hablando de un círculo de poder que existe, es real y que no se quiere romper ni lo va a hacer tan fácil. Confiar en anular el voto a fin que éste crease una tendencia que sea representativa de una mayoría para así solicitar la ayuda de alguna 'entidad' neutral y democrática que venga en nuestro rescate, es a mi opinión, como pedirle ayuda a los dioses del Olimpo o al Conejo de Pascua para que venga a poner órden. Entonces, ¿qué nos queda? Pues lo obvio, ¡votar!, aún cuando, como yo, estemos en claro desacuerdo con los candidatos en oferta, ya sea porque los consideremos incompetentes, poco creíbles, tengan un pasado oscuro o porque no sepan hablar en público. Pero al respecto de esto, es importante saber que un candidato es sólo una figura pública, un rostro, que representa una propuesta de trabajo. El llamado es a que votemos no por un rostro, sino por una propuesta. Si bien las propuestas sean irreales o poco claras en algunos casos, sobre todo en materia de saber cómo diablos fingen que van a crear tantos empleos  o de dónde se van a sacar tantos subsidios, para mejor analizar la situación pues hay también que buscar tener un poco mejor de formación y así poder discernir respecto a cuál de las propuestas es la que a nuestro juicio podemos considerar como más conveniente para el país. Y cuando hablo de "la más conveniente", debemos poner los pies en la tierra y comprender que no existe un candidato o partido mesiánico en todo esto, que venga a rescatar al país, reducir la deuda a cero y extinguir a las maras y el narcotráfico. ¡No!, o al menos no alcanzable en un solo periodo. Por lo tanto, eso señores, poner los pies en la tierra y entender nuestro contexto. ¿Y cuál es nuestro contexto? País latinoamericano, tercermundista y subdesarrolado, con una alta tasa de criminalidad y desempleo, con uno de los menores índices de PIB del continente y alto índice de corrupción. Bajo esta realidad, por favor, no podemos esperar llegar al primer mundo en 5 años. Seamos realistas. ¿Por qué digo esto? Bueno, porque si ponemos atención a las campañas electorales, esas que salen en los comerciales de la televisión, radios y amplios letreros en la calle, pues nos ofrecen poco menos que el cielo, la luna y las estrellas. ¡No, nadie puede ofrecernos esto porque no está a nuestro alcanze! Ubiquémonos como lo que somos y en salir adelante con las herramientas que tenemos (emprendedurismo, empresa privada, innovación, fuerza laboral, libertad, etc). Por lo tanto, la pregunta que queda es, ¿cuál de las propuestas ofrecidas favorece más para que, con las herramientas que tenemos como país, podamos todos salir un poco más adelante de éste sub-desarrollo? Eso queda para el juicio de cada quién. 
      
     Otra realidad, cruda realidad, es la de los círculos de poder. ARENA tiene su círculo, el FMLN tiene la contra parte de este círculo, UNIDAD tiene también su pequeño círculo también; mismos círculos que benefician a los suyos con clara ventaja sobre el resto de los demás ciudadanos. ¿Por qué todos quieren estar en estos círculos? Pues, porque don dinero se mueve bien en estos círculos. ¿Qué valor tiene pertenecer al círculo? Pues, contactos, creación de redes, proteccionismo del mismo y en fin, pequeños o grandes monopolios. Sí, lo he dicho, monopolios. Y no crean que por afiliarse a tal o cuál partido ya estamos en el círculo, aún cuando se sea un lider del mismo. ¡No sean ingenuos! Señores (as), los que estamos fuera de estos círculos y no queremos entrar en ellos a fin de jugar un juego más o menos limpio, lo que nos queda es trabajar esforzadamente día a día, más o menos como lo hemos venido haciendo hasta hoy. Así que, gane quién gane, no cambiará tanto lo último, visto desde este punto. Y no, no nos vamos a volver tampoco un país Marxista Leninista. Que no nos asusten, que no son los años 70. 

      Cada quién tiene su sistema de valores y cada quién sabe a quién o a qué se debe a sí mismo. Lo más sensato entonces será votar respecto a ello, siendo realistas, poniendo los pies en la tierra, desde nuestro contexto votando por una propuesta, un plan de gobierno por quién mejor nos parezca; ¡y no votar por una cara, sino por un plan, a fin de seguir trabajando como se debe por el bien de El Salvador! Y lamento decirles lo que sigue; el crimen seguirá, la corrupción seguirá, las redes del crimen organizado también seguirá. Se necesita más que un simple 'presidente de la República de El Salvador' para romper con un sistema tan viciado, con implicancias internacionales. Se necesita a mi opinión, un borrón y cuenta nueva, resetear el sistema, y no solo del país, del mundo, casi que la intervención de un mesías, se necesita en resumidas cuentas un Nuevo Orden en el mundo, pero esto es otro tema … y siendo que ya me estoy extendiendo y poniendo filosófico, una última aclaración. Por ahí leí algo que decía así: "La única opción cristiana es votar por (………)".  Emitir el sufragio no debe ser influenciado por  tendencias religiosas, no en un estado laico. Además, votar por cuál o tal partido, no es pecado. Jesús mismo dijo: "¿Quién me ha nombrado juez o árbitro entre ustedes?" Lucas 12:14.

       Como último punto, aclaración o comentario desubicado, hoy sí, último; lamento mucho, a pesar que pueda parecer contraproducente respecto de todo lo anteriormente escrito, el no poder asistir a emitir mi voto, ya que estoy en Chile, y pues el 'voto en el extranjero' no está habilitado desde todos los países, según tengo entendido. Espero el próximo periodo estar físicamente en El Salvador y ejercer mi derecho. 

Y recuerde, si no gana su partido, no se desepere ni se asuste. Recuerde que un país no depende solo del Ejecutivo.

Saludos estimados, y feliz día.