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viernes, 3 de abril de 2015

Del microverso a los microcuentos - Parte 1

Del micro-verso se dice que es el pequeño universo que yace oculto entre las letras, los cuentos, párrafos y frases de un pseudoescritor. Tanto han cambiado las cosas en los tiempos recientes que de escribir largas y complicadas letras a base de tinta y plumas, los nuevos pseudoescritores de forma mecánica y cual fueran autómatas, usan así para expresarse, medios digitales. La libertad de la información y libre expresión es tal, en los tiempos recientes, que la producción de múltiples microversos da pie a un potencial de literatura que es a su vez fuerte y variado. De microverso en microverso van desenvolviéndose historias, tragedias, comedias; poemas, ensayos, críticas y testimonios. La riqueza de todos estos múltiples microversos, no ligados entre sí y surgidos todos de entre una múltitud de escritores independientes, casi todos pseudointelectuales, casi todos ensayo de escritores; es tal que incluso hoy día hasta podrían producirse enciclopedias enteras de poesía y rica literatura si alguien se diera a la complicada tarea de ordenar los múltiples microversos en un contexto. ¡Algunos de estos escritores ni siquiera son consientes de su potencial creativo! Vale destacar de entre esta viciosa espiral, el escape que produce en sí misma las redes sociales, sobre todo el 'microblogging'; pues permite en su formato "micro", sin explayarse demasiado, expresar multitud de ideas. Estrictamente hablando medios como Twitter, permiten tal escape y formato. En tan solo 140 caracteres se resume: capacidad de síntesis, creatividad y claridad. 

Existe en el mundo del microblogging, en Twitter, el hashtag #Microcuentos. Basta con escribir tal cosa en el buscador y se encontrará el lector con un sin fin de historias, a cuál más interesante de todas ellas, algunas realmente brillantes. ¡Cuántos talentos hay en estos días! ¡Cuántos medios para desarrollarlos en libertad! Los #Microcuentos, que como su nombre lo indica son "micro - cuentos", son a su vez casi tan viejos como el Twitter mismo. Tal vez existía tal modalidad antes, no lo sé, pero si sé que este "género", como se entiende hoy día, toma casi toda su personalidad del microblogging.

Pues bien, a este pseudoescritor le dió por un buen tiempo el desatar su impulso creativo por medio de Twitter, encontrando en los #Microcuentos el reto de desarrollar su capacidad de síntesis y a su vez contar historias. Llevado por esta espiral, escribí así multitud de #Microcuentos, mismos que iré compartiendo poco a poco. Acá un ejemplo de uno:



Un día de estos, a la luz de la cafeína, me puse a leer mi historial de Microcuentos y descubrí que de entre estos, a muchos se les puede otorgar caracter: Crítica social, apologética, filosóficos, teológicos, romance, lo absurdo, entre otros. Algunos son difíciles de clasificar, pero microcuentos todos al fin. Para sorpresa mía identifiqué que muchos de ellos se relacionan entre sí, constituyendo así un "micro-verso", es decir, un contexto, un trasfondo histórico que es común a muchas de mis historias. Repito, constituye un "microverso", es decir, un pequeño universo que yace oculto entre mis letras, mismo que es el contexto que sostiene mis historias; mismo que es el contexto temporal o atemporal en el que se desarrolla lo que tengo que contar. Encontramos entonces espacios geográficos como "Ciudad Gris", gatos como "Whiskas", personajes como "El Heredero de Adán", entre otros personajes y cosas que constantemente se aparecen en mi "microverso". Espero poder en un futuro ordenar todo el contexto de mis historias y otorgarle coherencia a muchas de mis ideas, a fin de sobrepasar los límites del Microcuento y contar una historia coherente y consistente, como es debido. Mientras lo hago, les comparto la historia del Heredero de Adán, Microcuento que ahora por primera vez le otorgo unidad y coherencia. Esta historia es la unión de 7 Tweets sucesivos que cuentan la historia de un hombre en constante búsqueda de la divinidad, quien a su vez lucha contra sus debilidades en medio de un mundo efímero, carente de sentido. 

HEREDERO DE ADÁN

Es el espejismo de tu ausencia 
el medio concreto que hace callar mis sueños, 
mis palabras, mis poemas. 

¡Desiertos frondosos! 

¡Máldito monstruo que habitas en mi mente!
 Sombra de una espina aún presente, 
vicio inexorable a mi persona.
 Enemigo mío, ¡heredero de Adán!
¡Mediocre esbozo enfermo de miopía!
¿Qué no vez que trato de salvarnos?
Aunque padezcas esta ceguera,
brilla frente ante ti una luz brilante.
¡La luz que ES!

¡Desiertos frondosos!

Y en medio del desierto, ¡el árbol de la Muerte!
Desierto frondoso; en ti habitan,
multitudes de hombres, indigestos de tanto hartar.
Cuerpos famélicos, cuerpos de muerte.
En sus estómagos, manzanas podridas.

_ 'Heredero de Adán, ¿quieres ver?', preguntó la Luz.
_ ¿Qué cosa?
_ 'Los desiertos frondosos de Muerte', respondió.

Y Adán vio, ¡oh, espantosa realidad!
Pero necesaria y saludable.


_ 'Esta noche, de entre las dunas, he visto a la Muerte, y ya no le temo'.


Si me lees, tú que escribes Microcuentos, ¿has identificado algún microverso en tus historias?










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